¿Te gusta el producto de las investigaciones de Rodrigo de La Calle y Santiago Orts con recetas que dan predominancia a los productos frescos de la temporada? Pues qué mejor que brindar por eso, así que del vino al aguardiente acá te nombramos algunas alternativas deliciosas para que armonices los platos de la Gastrobotánica
No. 1 Tintos en segundo plano. En general no se ajustan a este tipo de preparaciones, pueden llegar a opacarla o incluso generar sabores desagradables en boca.
No. 2 Considera las burbujas. Diversos tipos de champagnes, desde opulentos vintages hasta los brut y demi sec más frescos pueden acompañar perfectamente un menú de Gastrobotánica y brindar, además de una paleta de sabores, ese punto de encuentro en la frescura.
No. 3 Vinos blancos. Pero eso sí, tienen que ser blancos con carácter aunque no precisamente los fermentados en barricas. Esta cocina es una gran oportunidad para disfrutar vinos con matices minerales, florales y frutales, que no abrumen ni fatiguen el gusto o el paladar.
No. 4 Generosos. Finos y manzanillas son buena combinación con los platos vegetales e incluso su carácter muchas veces salino ayudan a revelar algunas notas no fácilmente detectables en los platos.
No. 5 Bebidas alternativas. Las cervezas artesanales, con especial en las rubias y rojas pueden acompañar gratamente algunas recetas con el encanto del amargor del lúpulo que de por sí da un delicioso toque vegetal a la bebida. Además, bebidas de manzana como la sidra o el calvados también aportan una alternativa sobre todo en el caso de preparaciones y productos que tengan un cierto nivel de untuosidad. Finalmente, otros aguardientes de frutas deben ser también considerados para los paladares más curiosos.