Recordamos nuestras conversaciones con Heston Blumenthal, Jordi Roca y Fernando Pérez Arellano y algunas cosas que desde esas entrevistas siempre reaparece en nuestra memoria
Heston Blumethal. Cómo y cuándo: Madrid Fusión 2012, la coordinamos con la oficina de prensa del evento. Tema principal: éxito de su programa de televisión Heston’s Feast. La lección que nunca olvidamos: la importancia de ser fiel a uno mismo. Blumenthal nos explicó que tras la importancia que había ganado su restaurante The Fat Duck, tuvo ofertas de la televisión inglesa y su primer intento fue con un programa de recetas de cocina sencillas que terminó siendo un rotundo fracaso. Ante la evidencia del traspiés, Blumenthal abandonó la idea hasta que pensó en Heston’s Feast en el que servía a un conjunto de amigos y celebridades menús inspirados en diversos textos que requerían complejos procesos de investigación y ejecución. Al estar más cerca de sus inquietudes personales, Blumenthal se sentía más cómodo, el público lo sentía y Heston’s feast se convirtió en un fenómeno de audiencia tal que lograba reunir familias enteras frente a la televisión.
Jordi Roca. Cómo y cuándo: Madrid Fusión 2012, la coordinamos con la oficina de prensa del evento. Tema principal: éxito la consagración del Celler de Can Roca como el legítimo sucesor de El Bulli. La lección que nunca olvidamos: dar valor al lugar de donde venimos. Le preguntamos a Jordi que dada la diversa oferta de Cataluña cuál sería el lugar adonde invitaría a comer a un amigo que nunca hubiera visitado nos dijo que tal vez la respuesta más fácil era el propio Celler pero que realmente a él le gustaría invitarlos era al restaurante de sus padres, Can Roca, tal cual él lo recordaba de niño y que pudieran conectarse con sus recuerdos.
Fernando Pérez Arellano. Cómo y cuándo: 2012, con motivo de sus cenas en Cocina emocional, en casa de Mariadelina Zobel. Tema principal: Lo que significan las estrellas Michelin para un restaurante y su cocinero. La lección que nunca olvidamos: tener perspectiva acerca de lo que significa un logro y sus riesgos. Pérez Arellano nos dijo con firmeza que lo peor que podía pasarle a un restaurante era tener 2 estrellas Michelin porque había la tendencia a invertir todo lo que se pudiera para lograr la tercera pero en el camino, en lugar de ese ascenso, eventualmente se podía perder una y ese regreso a una sola estrella podía ser catastrófico. Por el contrario, la primera y la tercera estrella marcaban hitos consagratorios.