Nuestra colaboradora Eloina Conde repasa su experiencia cercana y familiar con este plato de arraigo trujillano y muy apreciado durante la Semana Santa
El olfato es el único de los 5 sentidos con conexión directa al cerebro, curiosamente el mojito de pescado de Semana Santa y su olor generan en mí memorias auditivas, sí, todo el plato es por una voz y es que ¿dónde sino es en la mesa el mejor lugar para volver a los seres queridos que ya han partido?
Jueves Santo, 1995, Trujillo Capital, 8 de la mañana. Comienza el ritual a ser ejecutado, el mismo que fue cuidadosamente organizado desde la selección de los ingredientes hasta el uso inteligente del presupuesto. Carmen Elena, previo a los dos “remojos” en agua, limpia con esmero una vez más el pescado – que en realidad podía ser cualquier pescado salado que se consiguiera en el mercado local y que cumpliera con tres requisitos fundamentales: estar en perfecto estado, ajustarse al presupuesto y que la cantidad alcanzara para todos los miembros de la familia- se asegura de que no tenga escamas y lo cocina a fuego bajito en una olla con suficiente agua para que el fumet resultante sea parte fundamental de la cocción final. En un perol en paralelo, va cocinando los aliños para el mojito: cebollín, ajo, verdeo, pimentón, ají dulce, tomate y cilantro en ese orden conforman la mezcla que impregna toda la cocina con sus aromas exquisitos, cociéndose con una cantidad abundante de aceite onotado. Una vez completas ambas preparaciones, las une en el perol del aliño y los deja cocinarse por 7 minutos más. Para completar la comida espaguetis con un aliño de cebolla y tomate y abundante queso local rallado, el omnipresente ají con suero de leche trujillano preparado en casa y cambures verdes sancochados.
Jueves Santo, pero 23 años más tarde, 2018, esta vez es Margarita. Repite el ritual de su madre, algunos detalles varían, lo hace suyo. Pero el resultado es el esperado, por una parte la comida deliciosa que evoca tiempos atesorados en la memoria y por otra parte quizás la más significativa: la voz que se escucha en silencio de Carmen Elena, agradeciendo que mantengan la tradición familiar viva y a ella misma a través de ésta. Así el mojito termina siendo no sólo alimento para el cuerpo sino remanso para el alma.
Ingredientes de la receta familiar
1kg de pescado salado
¼ kg de cebollín
¼ kg de ají dulce
¼ kg cebolla de verdeo (larga)
300 gr. Tomate
150 gr. pimentón
50 gr. ajo
50 gr cilantro
Sal y pimienta c/n
Aceite y onoto c/n