El cocuy pecayero, pese a su denominación de origen, tiene frente a sí una camino para encontrarse de lleno con los amantes del buen beber y aquí te comentamos algunos de esos puntos de esa ruta

No. 1 Salir del simple exotismo. Dejar al cocuy como una rareza puede ser un error que aleje a amantes del buen beber de paladar menos aventurero, menos dispuestos a experimentar con otros sabores. Es necesario tomar lecciones de grandes vinos como el jerez que con su trabajo para la inclusión en la sección de vinos blancos de la carta de vino le abrió los ojos a muchos potenciales consumidores. El cocuy es un destilado de calidad allí radica su principal valor para quien desea degustarlo.

No. 2 Encontrar nuevas oportunidades de consumo. Mientras se van quedando atrás en el tiempo los estigmas como bebida para la rápida embriaguez es necesario también dejar de limitar el cocuy a los cócteles o a servirlo al momento del postre o para la sobremesa, allí están algunos de sus espacios estelares en la mesa pero ¿son los únicos? Acá es importante revisar la forma como los productores de champagne han insistido en que el consumo en momentos de celebración es sólo una pequeñísima parte de la historia y que este vino especial puede disfrutarse durante todo el transcurrir de una comida. En el caso del cocuy los abrebocas con picos de acidez o con productos con sabores ahumados o notas saladas muy marcadas pueden ser el comienzo de una nueva oportunidad de apreciarlo.

No. 3 Encontrar la copa más apropiada. ¿Es el vaso de barro? ¿es un shot? ¿es una copa tradicional de destilados con la grappa? En un destilado de este tipo la copa puede marcar la diferencia al permitir la mejor percepción de los aromas y del carácter cristalino del producto, así que es importante informar al consumidor acerca de cual copa cumple mejor su propósito.

No. 4 Trasmitir su valor patrimonial e histórico. Una vez dejado en claro que el cocuy más que cualquier otra cosa es un destilado de calidad, sin duda, en una época en el que los conocedores se sienten cada vez más atraídos por bebidas que tienen una especificidad geográfica e histórica, el cocuy no puede dejar pasar la oportunidad de contar su historia que pese a grandes obstáculos se ha abierto paso hasta los destilados de calidad de los que disponemos hoy en día. Es información de interés para el consumidor y un homenaje a los hombres y mujeres que en condiciones muy desfavorables mantuvieron la tradición.