La propuesta de Farine by Vane es simple y exquisita y usa la masa del cachito como un lienzo para llenarlo de rellenos diversos en un formato mini. Aquí te contamos por qué vale la pena que los pruebes

Practicidad. Los cachitos vienen listos para hornear. Simplemente se dejan fuera del congelador 20 minutos antes de llevarlos al horno y luego se hornean por unos 5 minutos o hasta quedar dorados a unos 180°C.

Versatilidad. El desayuno o la merienda son los momentos estelares de estos cachitos, pero la realidad es que sabores como salmón y queso crema o salchicha perfectamente puede servir de abreboca en los primeros pasos de un menú.

Diversidad de sabores. Desde propuestas muy tradicionales como el fondue de queso suizo (un cachito de queso gourmet) hasta el de manzanas horneadas o guayaba y queso crema y sabores estacionales como los que tienen por Halloween de auyama especiada y queso tipo Brie con nueces, conforman un menú de muchos matices para paladares diversos.

Comodidad. Si bien éste es un tema muy personal, lo cierto es que siempre me ha gustado desayunar temprano (7-7:30 am) los fines de semana y en los últimos años esto se ha complicado por una oferta mermada y que se orienta más hacia quienes disfrutan del brunch. De forma que uno termina resignándose a comer lo que uno puede hacer en casa sin complicaciones pero tener esta variedad de sabores en un cachito que está recién hecho a la hora que uno desee es realmente una ventaja.