Compartimos estas particularidades del buen comer y el buen beber en estos 5 meses de lucha contra el covid
La cantidad de pavlovas. No lo vi venir. No pensé que este postre pudiera hacerse tan popular y que hubieran propuestas tan bien logradas en toda la estructura, desde el suspiro hasta las hermosas fresas (que es la más popular). Las de @taheicakes y @Pavlo_van nos han parecido muy buenas.
Las insólitas guerras de precios. 3 hamburguesas por 2 dólares; 40 tequeños por 1; combos de torta, tequeños y refresco de 2 litros por 6$ se han convertido en una oferta insólitamente recurrente con dos efectos directos: un grupo de personas llamando especuladores a quienes cobran de manera realista por su trabajo y muchos consumidores bastante confundidos.
La llegada de exquisitas marcas. Champagne Nicolas Feuillate, cava María Rigol Ordi, Pago de Carraovejas y Ossian son algunas de las marcas de vinos que llegaron en plena pandemia y si bien son el producto de un trabajo de meses e incluso años para concretar su presencia en el país, pero las primeras botellas llegaron a partir de abril.
Las apps de delivery. Apps como UbiiGo y Yummy llegaron en el momento preciso para darle a empresarios y emprendedores gastronómicos un brazo logístico más que necesario en las circunstancias actuales y permitirles que se concentren en el core de su negocio.
Variedad de cervezas españolas. Mahou, San Miguel, 1906, Keller, Victoria, son algunas de las marcas que se han vuelto recurrentes en neveras y anaqueles de supermercados y bodegones.
Me llama la atención, en ese ámbito de curiosidades gastronómicas en cuarentena, la oferta abrumadora de hamburguesas de todo tipo; el regreso de quesos franceses -más allá de brie o camembert- como el morbier, el pont-l’évêque e incluso el alemán cambozola, que no solo se encuentra en establecimientos especializados en delicatessen sino que se consigue en la panadería Rosita de La Campiña.
La oferta de escocés es extendida y con precios competitivos. Proliferan los amigos con conocidos y ‘probados’ proveedores «de tu 12 años preferido» y por Instagram no cesan de aparecer ofertas de whisky, ron y cerveza, incluso ‘combos’ con diversas opciones y servicio delivery las 24 horas.
Lo otra curiosidad son los Instagram Live. Todo el mundo invita a todo el mundo a conversar sobre lo que sea bajo el paraguas de la gastronomía.
La dificultad de los platos de restaurante para convertirse en opciones to go es una realidad. La comida sufre y pierde. Es un modelo de negocio diferente que amerita replantearse la oferta.
Lo más conmovedor es el esfuerzo, la tenacidad, la voluntad y el espíritu de lucha de todos los que hacen vida en el sector gastronómico y no se rinden, a pesar de tanta dificultad. Motivos para sentirnos orgullosos como venezolanos, sobran.