A través de sus 4 capítulos, esta serie a partir del aclamado libro de Michael Pollan nos da un recorrido exquisito por productos, preparaciones, sabores y lugares y aquí destacamos 4 de las lecciones que encontramos más interesantes sobre lo que significa cocinar

No. 1 La cocina es un milagro. Desde la transformación de las carnes al fuego a la fermentación, muchos de los alimentos cuando llegan a nuestro plato han sufrido una verdadera alquimia. ¿Ya se había plasmado antes esta idea? Sin duda, pero es muy poderosa la forma como la serie para abordar el tema del queso une las visiones de un equipo de microbiólogos y una religiosa, que también es microbióloga, y busca en la ciencia los rasgos y delicados estadios de ese milagro que gracias a un brillante desarrollo audiovisual podemos ver en detalle a través de imágenes de microscopios.

No. 2 La cocina es resistencia. El arte, esencialmente, expresa inconformidad: nadie produce arte cuando está a gusto con el entorno que lo rodea. Y la cocina, históricamente, y en la actualidad cuando hay muchas maneras y alternativas para evitar involucrarse en ella de manera personal, se ha convertido en un espacio de resistencia frente a la estandarización de las costumbres y al enfoque de que comer se vuelva simplemente una nueva oportunidad de consumo. No es simple jerga progresista, si se piensa bien hay mucha belleza y verdad en esta afirmación de la serie.

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No. 3 La cocina necesita sobreponerse a ciertos mitos. Es muy interesante cuando de forma bastante directa Pollan ataca el tema de la alergia al gluten y los esfuerzos por hacer productos libre él. Para Pollan es un problema más de las formas industrializadas de elaboración de los productos a partir de harina de trigo que nos aleja de los procesos naturales que requiere la elaboración por ejemplo del pan. De igual forma muestra cómo la guerra contra las bacterias iniciada por Pasteur ha llevado a satanizar cualquier producto que las tenga cuando en realidad las bacterias en ambientes controlados provocan exquisitas transformaciones en los alimentos. Lo comentábamos en nuestro artículo sobre gastroactivismo: no basta con ser un activista de folleto o consigna, hay que informarse.

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No. 4 La cocina y sus tradiciones no hay que darlas por descontado hay que preservarlas. Artes como los de los panaderos de los hornos comunales, la elaboración de quesos sin leche pausterizada, la compleja elaboración de platos especiados en la India, la elaboración de las papas fritas de manera tradicional, la paciencia para las cocciones largas son sólo algunas de las tradiciones gastronómicas que se pueden perder cada vez que optamos por lo más simple, rápido e incluso más económico pues lamentablemente como demuestra con estadísticas Cooked, a lo largo de los años la industria de alimentos procesados ha hecho un esfuerzo por mantener en mínimo los incrementos de precio mientras que los vegetales han aumentado considerablemente. Sin embargo, la satisfacción que producen y la posibilidad de reconectarnos con una actividad esencial para el ser humano y de generar emociones positivas al compartirlo con personas queridas son una recompensa más que suficiente pero además es una tarea que debemos asumir con responsabilidad porque forma parte de un legado que no deberíamos dejar perder para futuras generaciones.

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