Álvaro Palacios se ha unido recientemente a la célebre compañía de Miguel Torres, Nicolás Catena, Angelo Gaja, Michael Broadbent y Emile Peynaud como el Hombre del Año para la revista Decanter y aquí te contamos por qué es un placer descorchar sus vinos
No. 1 Desarrollo de terroir. Álvaro Palacios es uno de los responsables de la nueva apreciación de regiones como Priorat y Bierzo que ahora se encuentran entre las más cotizadas del mundo, y ha comenzado ha impulsar también la Rioja Baja que comparada con la Alta y la Alavesa siempre ha tenido menos reconocimiento. Inspirado por los clásicos del Viejo Mundo como Barolo, St Emilion y Pomerol ha luchado por la implantación de un modelo al estilo de Borgoña que le permite producir vinos genéricos de la región (como Camins del Priorat o Pétalos del Bierzo), vinos de pueblos específicos como Gratallops y Villa de Corullón y sus íconos single vineyard como L’Ermita y La Faraona. El próximo objetivo de Palacios es lograr el reconocimiento de viñedos como L’Ermita y Finca Dofí como grand crus.
No. 2 Variedades de uva trabajadas. Si bien los vinos más célebres de Palacios son elaborados con garnacha y mencía, recientemente se ha entregado a investigar la Graciano de Alfaro (que no está relacionada con la tradicional graciano), la garnacha de viñas viejas y clones raros de monastrell.
No. 3 Vocación por su legado. Palacios afirma que sacrificará la participación como asesor en nuevos proyectos para concentrarse en sus vinos de la Rioja, Priorat y Bierzo mientras que dedica parte de su tiempo a mostrar a su hija de cuáles viñedos y parcelas provienen exactamente cada uno de sus vinos de forma que no ocurra lo que se ha visto con algunos grandes vinos de Rioja entre 1920 y 1950 en los que ah sido imposible determina su fuente original. El objetivo es seguir haciendo vinos que produzca una emoción, un estremecimiento estético y que transmitan una magia especial a tomarlos. (con información de Decanter)