Una de las particularidades del champagne es su acidez casi crujiente y justamente ha sido una de las características que ha cambiado y sigue cambiando en el gusto de los consumidores y de los productores y aquí te contamos algunas de estas particularidades
No. 1 Mayor acidez, mayor perfección. Expertos como Benoit Tarlant de Champagne Tarlant y Hervé Augustin, antiguo director de Champagne Ayala, consideran que el dosage o adición de azúcar en una forma de enmascarar defectos del vino por lo que sólo la perfección de vinos de reserva asegurarían un non dosage o brut nature de calidad. A menor cantidad de azúcar, mayor reto para el enólogo o chef de cave.
No. 2 Entre rusos e ingleses. Como hemos explicado en una nota anterior, los zares de Rusia, importantes consumidores de champagne, preferían sus vinos con un grado de dulzor, de hecho, no existía la categoría brut. Sin embargo, para los ingleses las burbujas debían de ser más secas y comenzó la exploración de este tipo de vinos.
No. 3 Gusto y capacidad de guarda. La adición de azúcar o dosage tradicionalmente ha tenido como objetivo hacer del champagne un vino más accesible, matizando su alta acidez que es consecuencia directa de las condiciones climáticas que apenas le permiten a los productores el sol necesario para la maduración adecuada de las uvas. Por eso, el consumir vinos de champagne brut nature es un gusto aprendido que requiere de quien lo disfruta una adaptación a esas notas minerales muy secas. Sin embargo, aunque la producción actual de Champagne está dominado por los vinos brut, cada vez hay más seguidores de este estilo sin adición alguna de azúcar por lo que las casas lentamente incrementan su producción. La única duda es que los puristas del dosage, ya que se trata de una de las particularidades tradicionales de la elaboración del champagne, aseguran que sin azúcar es imposible la amplia longevidad de la que gozan algunos de las más prestigiosas etiquetas. (con información de Forbes)