Te ofrecemos algunos consejos para que logres que la botella o las botellas que hayas seleccionado terminen por ser protagonistas de una experiencia única

No. 1 No improvises. Si eres tú quien invita, la selección del vino, si quieres que éste juegue un papel importante en la velada, es una responsabilidad. No tienen sentido carreras de última hora a la licorería más cercana o una revisión somera de la carta de vinos del restaurante. Tienes que saber que vas a tener que poner un poco más de tu parte.

No. 2 Conoce a tu acompañante. Trata de preguntar, con elegancia pero sin demasiadas vueltas, si tu acompañante prefiere sabores fuertes, sabores afrutados o si hay algún tipo de vino que descarte totalmente. No trates de nadar contra la corriente, puedes desear ampliar el paladar de tu pareja pero no tiene sentido forzar la situación en una velada especial.

No. 3 No descartes de antemano los rosados. Bien seleccionados, pueden ser una grata sorpresa. Además, su color le da a la mesa un toque jovial y relajado y existe suficiente variedad de estilo de rosados para poder combinarlos con diferentes comidas.

No. 4 Invita a las burbujas. Elaboradas por el método charmat o el tradicional, del Viejo o del Nuevo Mundo, ligeras como el prosecco, complejas como el champagne pero siempre seductoras, es difícil que puedas prescindir de las burbujas. Tú decides si serán un aperitivo para prepararse para la comida, si acompañarán el menú o si las servirás con el postre pero no deberían faltar. Recuerda que si son burbujas rosadas tendrías resuelto el tip anterior también.

No. 5 Busca tintos equilibrados. Seguramente será un encuentro en el que se combinen la gastronomía y la conversación con el vino por lo que llevar esas botellas que sabes que son más para círculos de conocedores podría terminar por arruinar los planes. Recuerda que variedades como malbec, merlot, syrah o tempranillo, cuando son elaboradas con poco paso de madera, te dan una combinación de especias y fruta que produce vinos agradables y capaces de tener un amplio espectro de armonías.

No. 6 Piensa en dulce. Oporto, Madeira, Late harvest, Dulces naturales o Semi dulces, por nombrar algunos pueden hacer la diferencia al momento de cerrar la velada. En ocasiones, hay un efecto anticlímax cuando la comida se cierra con café o agua solamente: ¿por qué no tener a la mano una de estas opciones y evitarlo? Además, suelen ser vinos que, en pareja, predisponen a la conversación cercana en ese ritual tan especial que es la sobremesa.