No importa si eres un novato o un catador ya experimentado porque esta lista te ofrece algunas referencias indispensables para disfrutar este destilado español.

No. 1 Conde de Osborne. El Brandy trae recuerdos de Jerez, de la vainilla de la barrica americana, pero hay mucho más. Conde de Osborne te lo dice porque es goloso, untuoso, tiene mucho más caramelo y entra suave. Es un Brandy a cámara lenta y lo disfrutas tranquilo. Te envuelve quizás porque está envejecido en barricas de PX. Lo que te importa es que es fácil y gusta.

No. 2 1866. El brandy que entra fácil, suave, como si fuera terciopelo y se convierte en más fruta. Hay ciruelas, higos y algo de frutos secos al final. Si tuviera que recomendar un brandy para introducirse en este mundo, empezaría por éste. Lleva años en el mercado y sigue siendo un referente.

No. 3 Alma de Magno. Hay brandis que pueden ser más complejos. Alma de Magno se distingue porque es denso, porque entra fácil en boca y porque tienes que trabajar. Es aromático y profundo y quieres disfrutar de cada momento. Te llega algo de cacao y lo que más te gusta es la suavidad en boca. Con tanta complejidad, sorprende su precio. Y con hielo este brandy se expresa de una manera diferente, jovial y entretenida.

No. 4 Carlos I de Osborne. Es un Brandy en el que aparecen enseguida las notas de vainillla y tabaco. Debe ser porque envejece en barricas que han tenido vinos olorosos y amontillados. Por eso los brandys son únicos. Ningún otro destilado puede proclamar esa característica. Aquí hay elegancia, hay historia, te tomas la copa y entiendes lo que es la calma, la profundidad y el equilibrio.

No. 5. Lepanto. Puede que es muy reconocible porque es fácil, con una entrada en boca sencilla, porque es más reconocible, porque es 100% palomino y porque envejece en barricas de Jerez, recuerda a vino, tiene más frutos secos, las almendras están presentes e incluso tiene pasas al final que le completan la complejidad. Se disfruta con paciencia, con una tableta del 99% de cacao, con la misma paciencia con que lo hace Gonzalez Byass.

No. 6 Gran Duque de Alba. Un clásico en el mundo del brandy y por eso mantiene ese respeto y el nivel que se merece. Es muy directo, fácil y envolvente. Curioso porque parecía que se quedaba en frutos secos y, de repente, surgieron toques de regaliz que hicieron que el final se alargara y se hiciera muy entretenido. Pudiera ser la influencia de las barricas de oloroso en que se envejece, siempre agradable.

No. 7 Torres 20. Es un brandy que sale del mundo de Jerez. La familia Torres hace el brandy a partir de las uvas que conoce, la parellada, y por eso es diferente. De entrada es más directo, más franco, más sincero y enseguida es frutal. Al principio hay manzanas y todo se vuelve más complejo, se hace más maduro y llegan las notas de la madera, la nuez moscada como una línea recta. (vía Diario Vasco)