En el Día Internacional del Chef, dedicamos con respeto y admiración estas notas a los jóvenes profesionales de la cocina
No te dejes llevar por lo que dice el título de la academia de cocina. Nadie puede conferirte el título de «chef de cocina internacional», solo de cocinero y casi diríamos de aprendiz en proceso de formación.
Aprende técnicas no recetas. Puede que con el tiempo tengas efectivamente un repertorio de recetas pero concéntrate sobre todo en aprender hasta hacer tuyas diversas técnicas.
Recuerda que solo puede romper las reglas quien las conoce. No te arriesgues a ir por la vida descubriendo el agua tibia por falta de estudios y lectura.
Conoce tu despensa. De nada sirve que recites decenas de productos de denominación de origen extranjeros si no conoces el queso, la carne o las frutas y verduras que hay disponibles en tu mercado local.
No desprecies ninguna tarea que te toque en la cocina. Es parte de tu aprendizaje, más bien aprende a perfeccionar eso que te toca a hacer y desarrolla tus tareas de forma eficiente.
En una cocina siempre piensa en el equipo. Lo que haces afecta al resto del equipo y eso al plato y el plato al comensal. Asume tu responsabilidad.
No busques fama sino formar un discurso gastronómico La popularidad de tu restaurante o tu plato puede ser dolorosamente efímera, trata más bien de usar la cocina como una forma de expresión y encuentra tu discurso.
Busca,encuentra y respeta a tus maestros. Algunos los encontrarás en libros, otros en las cocinas dónde trabajes o las academias dónde estudies así como en congresos de gastronomía pero no dejes de buscar maestros que te sirvan de inspiración e internaliza sus lecciones.
No dejes de estar conectado con tu propósito. Por encima de tus metas individuales, cocinas para dar placer a la gente, placer en un sentido amplio. Nunca te alejes de ese noble propósito.
Escucha pero no pierdas un toque de rebeldía y terquedad Si haces todo siempre de manera correcta porque no te arriesgas no vas a crecer así que nunca pierdas ese impulso de arriesgar, insistir incluso a riesgo de equivocarte: aprende y avanza.