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3 cosas que deberías saber sobre la manteca de cerdo


Muchas veces satanizada, la mayoría de las veces sin mucho argumento, la manteca es un ingrediente casi siempre sustituido en las recetas aunque se pierdan propiedades del plato, asín que aquí te contamos por qué vale la pena que lo redescubras

Nada que envidiar a otras grasas. Al igual que ocurre con el aceite de coco, la mantequilla y el aceite de oliva, la manteca de cerdo es rica en grasas monoinsaturadas, lo que la vuelve más estable cuando se somete al calor y es más difícil que presente oxidación. Por su parte, los aceites refinados son poliinsaturados, lo que facilita su oxidación cuando tienen contacto con el calor. Según un estudio realizado en 2015 por la Universidad de Montfort, Inglaterra, al calentarse la manteca de cerdo no cambia su estructura molecular, cosa que sí sucede en los aceites vegetales. En los aceites que sufren dicha modificación, se producen sustancias químicas llamadas aldehídos, que causan enfermedades cardiacas y cáncer. Por eso, aunque la manteca no es el aceite más saludable y por lo tanto no es recomendable su uso excesivo, no debes descartarlo de antemano.

Es un producto víctima de discriminación. Durante el siglo XX, época de mayor industrialización en gran parte de latinoamérica, la manteca fue abandonando las cocinas y empezó a ser sustituida por el aceite vegetal pese a que en muchos recetarios tradicionales era un ingrediente importante. En gran medida, el discurso de salud benefició la sustitución de la sustancia. Por otra parte, el uso de manteca comenzó a ser estigmatizado, pues se entendía que era una grasa alimentaria con arraigo entre las clases pobres, a quienes se señalaba como ignorantes, insalubres y antihigiénicos. Los productos europeos como el pan, el vino o el aceite, se confrontaron con nuestros panes de maíz, nuestras bebidas ancestrales y la manteca; la discriminación y el clasismo abarcó hasta lo más íntimo y cotidiano. Los aceites vegetales se volvieron sinónimo de progreso, educación y salud. Y sí, quizá la manteca no era la grasa más saludable, pero es importante señalizar la relación estrecha que hay entre movilidad social y consumo.

Tiene propiedades saludables. Aunque no lo creas, la manteca: está libre de azúcares y grasas transgénicas; contiene calcio y vitaminas B, C y D; tiene bajo contenido en sodio; aporta minerales como fósforo y hierro; y posee un equilibrio de 40% de grasas saturas y 40% de monoinsaturadas. (con información de El Espectador México)

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