En esta primera entrega de nuestras tendencias gastronómicas para este año nos concentramos en la forma como visualizamos que consumiremos muchos de nuestros alimentos
Fermentado. Sigue en aumento la pasión por la kombucha que revela también algo de esta tendencia: si los beneficios que trae a la dieta son suficientemente importante, podemos incluso evitar hablar de un sabor que, por decir lo menos, es incómodo.
Deshidratado. Y no solo la carne sino vegetales, frutas y productos del mar, listos para rehidratar y recuperar la mayoría de sus propiedades. La famosa pizza de Volver al futuro II parece más cerca.
Crudo. La tendencia a la producción de alimentos en casa (vía pequeños kits de cultivo para condiciones urbanas) y el incremento de consumo de productos naturales locales (tanto por restricciones a la movilidad como por un creciente interés en frutas y vegetales cultivados localmente) despiertan el interés por degustarlo con la menor intervención posible, incluyendo la de la cocción.
Al vacío y congelado. Poco a poco se entiende que la comida covinada al vacío y congelada siguiendo procedimientos específicos puede ser una alternativa exquisita y de muy rápido disfrute.