El legendario editor Mario Muchnik, en su libro de memorias Lo peor no son los autores, repasa las claves que definió su padre Jacobo para la redacción de recetas en sus libros y revistas de cocina
Todos los utensilios e ingredientes deben figurar al comienzo de la receta en columnas y con las cantidades especificadas con la máxima precisión y sencillez.
Todas las operaciones deben estar en orden cronológico y terminar con un punto y aparte. No se admiten en ellas utensilios o ingredientes que no estén en las columnas del principio.
Siempre en presente. No se admiten saltos hacia atrás: hornos “previamente calentados”, salsas “previamente condimentadas”, etc. Ni hacia adelante: “que posteriormente usaremos de adorno”, “que al final serviremos junto con las anchoas”, etc.
Queda terminantemente prohibida toda literatura: nada de “esta sabrosa salsita”, nada de “esta aromática seta”.