Si cada vez que vas al mercado o la delicatessen de tu confianza pierdes mucho tiempo en seleccionar el mejor aceite de oliva entre las decenas de marcas disponibles, revisa estas indicaciones para que no te den gato por liebre

No. 1 El color indica calidad. El color no dice nada sobre el aceite de oliva. Ni más verde ni más amarillo, el color no importa. Por ejemplo, el color verde indica que la aceituna se ha cogido muy temprana. tan poco importante es este parámetro que, generalmente, las degustaciones de aceite de oliva se hacen en vasos azules.

No. 2 Si sabe y huele a aceituna es fresco. Aunque no lo creas si tu aceite sabe a aceitunas es indicio de una fabricación defectuosa. En concreto, indica que las aceitunas fueron dejadas al aire libre más de 24 horas, comenzando su descomposición (atroje se dice). Recuerda que las aceitunas, cuando están en la planta, no son ni saladas ni blandas como las del frasco… ¿por qué tendría entonces que saber así el aceite de oliva?. Un buen aceite debe oler a hierbas, manzana verde, rúcula.

No. 3 Como en el caso del vino, es mejor el añejo. Totalmente al revés. El tiempo, al contrario que con el vino, sí es enemigo del aceite de oliva por eso busca aquellos que tengan una rotación alta y cuyos envases se vean en buen estado. Además, revisa las fechas de envasado.

No. 4 Si sabe picante es muy fuerte para mí. Realmente, la mejor prueba que se puede hacer para saber si un aceite de oliva es de buena calidad, es la del picor. Más allá de lo que diga la etiqueta, el buen aceite de oliva produce un hormigueo, un picor casi desagradable en la garganta que obliga a toser, sí que opta por estos. (con información de RTVE y Paulina cocina)