Aunque generalmente opacados ante el gran público por la fascinación del prosecco, estos espumosos italianos, elaborados por el metodo champenoise, son una de las estrellas de la viticultura italiana
No. 1 Regulación. El Consorzio per la Tutela del Franciacorta es el organismo que regula y controla el cumplimiento de las normas de producción del Franciacorta. Cuenta con 191 socios entre viticultores y embotelladores, las dos categorías profesionales del sector productivo de las Denominaciones Franciacorta DOCG, Curtefranca DOC y Sebino IGT.
No. 2 Elaboración. El franciacorta ha sido el primer vino italiano, producido únicamente a través de la segunda fermentación en botella según las normas del método clásico que obtuvo, concretamente en 1995, la ‘Denominazione di Origine Controllata e Garantita’ (DOCG). Sobre sus etiquetas sólo se lee la denominación Franciacorta, único término que define el territorio, el método de producción y el vino. Existen diferentes tipos de Franciacorta (Millesimato, Rosé, Satèn, Reserva), pero también Curtefranca DOC Bianco e Rosso y Sebino IGT (los vinos tranquilos del Franciacorta).
No. 3 Localización geográfica. Franciacorta se encuentra en el corazón de Lombardía, y se extiende entre Brescia y el lago de Iseo. Su nombre tiene una larga historia, desde que, después de la llegada de los monjes de la Orden de Cluny, el territorio pasara a beneficiarse del libre comercio (‘curtes francae’).
No. 4 Diferencias con otros espumosos. Algunas singularidades del franciacorta respecto a otros espumosos elaborados mediante el mismo método es que se produce con chardonnay, pinot nero (pinot noir) y pinot bianco (este último está permitido hasta en un 50% del ensamblaje); la vendimia se realiza exclusivamente a mano; en el momento del tiraje, se añaden distintas cantidades de azúcar y levaduras, para que los diferentes tipos de franciacorta alcancen las 5-6 atmósferas de presión, excepto en el caso del Satèn que no podrá sobrepasar las 5 atmósferas; y finalmente el período de crianza, muy superior respecto a otros vinos como el champán o el cava: Franciacorta mínimo 18 meses; Satèn y Rosé ‘non millesimati’ mínimo 24 meses; ‘millesimati’ mínimo 30 meses; y Riserva mínimo 60 meses. (vía El Mundo Vino)
[…] A finales de los años 2000, el consejo regulador reconoció Nizza, Tinella y Colli Astiani como subzonas que producen vinos con características excepcionales propias de sus respectivos terroirs. (vía Wine […]