Acompaña este delicioso pollo con Arroz frito y Lumpias y te sentirás en un restaurante chino en tu propia casa

Ingredientes

2 pechugas de pollo, sin piel ni huesos, cortadas trozos de unos 4×4 cm y no muy gruesas
1 taza de agua fría
1 cucharada de aceite vegetal, no de oliva (maíz, ajonjolí, girasol)
1 taza de Maizina
½ cucharadita de polvo de hornear
2 claras de huevo batidas como para tortilla
½ taza de Maizina adicional
Aceite para freír
½ taza de miel
1 cucharada de salsa tamari (salsa de soya sin gluten)
1/2 taza de semillas de ajonjolí (sésamo) tostadas

Preparación

Mezclar la Maizina con el polvo de hornear. Diluír la taza de Maizina en la mitad del agua. Añadir el resto del agua, el aceite vegetal y las claras batidas. Mezclar muy bien, evitando que haya grumos.

Poner la media taza de Maizina mezclada con el polvo de hornear en una bolsa de plástico. Poner allí los trozos de pechuga, cerrar la bolsa y sacudir para que todos los pedazos queden cubiertos de harina. Pasar el pollo por la mezcla de Maizina y huevo.

Calentar el aceite. Freír el pollo, por tandas, hasta que dore y se sienta blando al pinchar. Poner sobre papel absorbente.

Poner la miel y el tamari en una ollita. Cocinar a fuego muy bajo, revolviendo continuamente para evitar que se caramelice. Poner el pollo en un plato de servir, bañar con la miel y espolvorear con el ajonjolí.

Como alternativa, puede ponerse el ajonjolí en la pasta de freír. Pero, en ese caso, es conveniente reservar un poco para ponerlo en la forma anteriormente dicha. (vía Chefuri)