Te contamos parte del valioso conocimiento que puedes atesorar en tus exploraciones gastronómicas pero que, lamentablemente, no te ayudan a degustar mejor

Origen. Puede que sepas incluso las regulaciones legales específicas de las denominaciones de origen más importante, que tengas un conocimiento profundo de la geografía relacionada con algunos productos gastronómicos, que conozcas de memoria el desarrollo histórico de algunas regiones del mundo y sus productos. Pero si eso no lo acompañas con disponer tus sentidos para degustar, será simple erudición.

Etiqueta y protocolo. No hay copa para la cual no tengas un uso específico, sabes en detalle cómo se debe utilizar toda la cubertería, por dónde debe servir el personal de mesa y decenas de detalles más. Pero, lamentablemente, si cuando el vino está en tu copa no puedes diferenciar un color rubí intenso y brillante de un vino joven del granate opaco de un vino de larga maduración, de nada te ha servido.

Ocasiones de consumo. Sabes perfectamente servir una selección de quesos al estilo francés al finalizar la comida, cuando llega la sobremesa puedes escoger servir con precisión café, puros y destilados o puedes moverte en el mundo del vino desde el líquido franco a los cócteles de moda. Pero si no te empeñas en degustar, simplemente serás alguien bien informado en estos temas.

Conclusión. Por sobre todas las cosas, recuerda que lo único que es innegociable para degustar o catar es abrir los sentidos y tener la información base sobre el producto para entenderlo, el resto de los conocimientos son, inevitablemente, complementarios y, sobre todo, no sustituye lo que necesitas para degustar.