Comparto tres propósitos que nos hemos impuesto para disfrutar más de cocinar en casa este 2021
Hacer más caldos. Si tomo en cuenta que con muslo de pollo o costilla que son cortes relativamente baratos más unos pocos vegetales puedo tener algo tan versátil no sé por qué no hacía más. Desde su uso natural para cremas (con el caldo ya hecho es muy sencillo) hasta distintas salsas o guisos, tener caldo en la nevera es tener trabajo adelantado. Eso sí, es mejor hacerlo cuando no se necesite para dejarlo enfriar bien y poder quitarle sin problema la grasa.
Hacer más arepas. Mi vida es una sucesión de historias de masa muy hidratada, masa muy poco hidratada, budare demasiado caliente, budare sin calor suficiente, exceso de tiempo en el budare, uso inapropiado del horno. Pero lo atribuyo a no ser constante, así que pienso simplemente hacer más arepas, prestar más atención y tratar de mejorar.
Hacer pan. Ya tengo la levadura y me voy a proponer a tener la paciencia que el pan requiere y a manejar la frustración de las diferentes respuestas de hidratación que tienen las harinas, a consultar más en vez de aferrarme a recetas que por la naturaleza de la harina y los procesos no pueden ser totalmente exactas.