Si bien se han popularizado durante los últimos años, estas variaciones del pan de jamón, uno de los miembros más importantes del plato navideño venezolano, distorsionan la preparación tradicional sin aportar nada significativo

Hojaldre. «Es un cachito grande» una frase que escuché a un panadero es tal vez la mejor prueba de que desvirtúa a lo que conocemos como pan de jamón. Aparte, la mezcla de la masa y el relleno graso hace bastante posible que el resultado sea un hojaldre dorado y hermoso por fuera y masa cruda por dentro.

Queso crema. Una adición que estrictamente hablando no aporta nada al conjunto porque realmente lo que añade de textura no mejora el pan de jamón. Otro ejemplo de que menos es más.

Sin aceitunas o pasas. Una cosa es quitar al pan ya cocinado estos ingredientes (que por cierto durante la cocción ya transfirieron buena parte de su sabor y aroma) y otra cocinar el pan sin dos de sus componentes fundamentales. Nuevamente, sería más bien un «cachito grande» más que un pan de jamón.

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