¿El mar o las piscina te invitan al erotismo? Entonces no dejes de leer estas curiosidades que pueden servirte para que disfrutes más

No. 1 ¿Por qué sexo en el agua? El medio acuático siempre se ha relacionado con la sexualidad. Muchas veces los sueños eróticos están relacionados con algún escenario acuático ya sea una cascada, una piscina o un jacuzzi. El agua envuelve y produce cierta sensación de placer, hace que seamos más ligeros, más livianos y esto hace que sea más atractivo desde el punto de vista erótico. Además, en verano el sol favorece el aumento del deseo sexual y genera en el varón el aumento de la testosterona y en la mujer también, esta es una de las razones que hacen que apetezca este tipo de relaciones. De igual forma expertos aseguran que tener relaciones sexuales en el agua ayuda a salir de la rutina e impulsa al crecimiento de nuestro nivel erótico. Esto es un factor positivo para las relaciones de pareja ya que rompe la monotonía.

No. 2 El agua como lubricante. Lamentablemente esto es un mito. Además la sal del mar o el cloro de la piscina pueden producir irritaciones. Esto se debe a que a que a pesar de que estamos en un medio líquido aparece sequedad. El flujo habitual que aparece en la excitación femenina que facilita la penetración, desaparece por el agua y dificulta que el coito sea fluido.

No. 3 El riesgo de embarazo. Tener sexo en el agua supone algunas dificultades con el uso de anticonceptivos. En el caso de la mujer, el uso de anticonceptivos orales o vaginales como por ejemplo la píldora o el DIU, no va a suponer un riesgo de embarazo, el mayor problema lo encontramos en el uso del preservativo, ya que el látex podría perder eficiencia ya que se vuelve poroso y podría llegar a romperse. Por ello, los expertos recomiendan realizar la penetración fuera del agua, aunque sea menos erótico o menos pasional y después introducirse en el agua, así evitaremos que el preservativo sufra desperfectos.

No. 4 Enfermedades de trasmisión sexual o infecciones. No aumenta tanto el riesgo de enfermedades de trasmisión sexual como el de infecciones bacterianas. El mar y el agua de las piscinas promueven el crecimiento de gérmenes ya que el medio está contaminado, por eso existe un mayor riesgo que si se practica sexo en la cama. Al haber menos lubricación se pueden producir rozaduras. Estas pequeñas heridas en los genitales pueden provocar la aparición de parásitos oportunistas. En general, existe la misma probabilidad de adquirir una patología de estas características que si se realizara el coito en un entorno seco ya que va a depender del tipo de método anticonceptivo que se utilice.

(vía 20 Minutos)