La chef zuliana Ivette Franchi ofrece esta conversación con este cocinero  en el que se refleja el perfil de un talento con profundo arraigo venezolano

En este andar de fogones he podido descubrir cocineros que sin muchas pretenciones son de esos guerreros grandes porque lo demuestran en el fogón y con un corazon inmenso que hace que uno entienda que la cocina sin este no es posible. Como cocinera he visto muchos tipos desde los más mediaticos hasta los que no tienen el talento pero que por necesidad o por empeño siguen esta acalorada carrera de fogón.

Hace un tiempo me tope con Néstor Colina. Nacido en Maracaibo, estudioso y preparado. Terminaba una Maestría en Administracion de Empresas Turísticas. Con algunas ideas que a la vista de algunos podrían ser muy revolucionarias a su tiempo. La siguiente conversación forma parte de una de nuestras sabrosas tertulias.

¿De dónde sale Néstor Colina como cocinero?

Desde muy temprana edad surgió el interés por la cocina, mi más temprano recuerdo es el de mi abuela materna o como yo la llamaba Abueli, es viéndola hacer para mi una riquísima avena caliente espesa y dulce, y para devolverle el mismo gesto de amor quería aprender para hacérsela a ella también y creo que después fue un arma de doble filo porque tenía que hacerle el desayuno, almuerzo y cena YO todos los días a mi abuela y por supuesto que lo hacía con todo el amor del mundo al igual que regarle sus maticas. Al mismo tiempo estudié en uno de los maravillosos colegios de Maracaibo y yo diría que es el único colegio experimental que existe, se llama Canta Claro. El colegio era un pequeno país dentro de este país: elegíamos presidente entre muchas cosas más, en el colegio existían salones preparados para desarrollar tu intelecto, tus capacidades, tus intereses, existían salones de costura, carpintería, mecánica, y otras mas que no recuerdo y por supuesto el aula de cocina con todo lo imprescindible para elaborar las recetas que la profesora había colocado y como siempre me ganaba a las profesoras yo era el cabecilla y quien mandaba en cocina, me acuerdo que un tiempo llegué a tener las llaves de la cocina porque era quien organizaba todos los insumos que se iban trayendo y así fue creciendo más mi interés, descubrí que para festejos -cumpleaños y bodas, por ejemplo- quien cocinaba era yo hasta que llegó un momento cuando recibí incentivos económicos y dije por qué no hacerlo para gente fuera de mi casa y así veo que a todos gusta lo que hago; y así fui comenzando a aprender recetas nuevas, muchas cosas que me sirvieran para poder atender a mis clientes con almerzos, cenas, desayunos, tortas, pasapalos, hacía de todo un poco. Pasó el tiempo, le comenté a mis padres mi gusto por la cocina y ellos me recomendaron que pasara por la universidad, estudiara y me graduara, que lo demás vendría luego. Yo muy terco pero escuchando sus consejos empecé a estudiar Derecho, pero a la par con mis estudios universitarios seguí cocinando y atendiendo pedidos. Como era yo solo algunas veces se me hacía muy difícil pero lo lograba y ya me iba conociendo como el muchacho que cocinaba, en una época cuando supuestamente cocinaban sólo las mujeres.

Me gradué de abogado y llegó el dilema: ejerzo como abogado o lo dejo todo y me voy por la cocina. Dije que iba a intentar por un tiempo como abogado a ver que tal me iba, igual no dejaba para nada la cocina. Después de año y medio de pasar por registros, notarias, tribunales superiores me di cuenta que me gustaba el derecho pero no era algo que me llenara como persona.

Decido y empiezo a investigar escuelas de cocina porque aunque tenía conocimientos de cocina no tenia la tecnica ni la formacion integral de escuela como cocinero, y empiezo a averiguar porque en Maracaibo no existían escuelas o institutos de cocina sino Caracas. Veo el CEGA, ICC, HTI, entre muchas más y no era ver cuál escuela ir sino el mudarme a una ciudad donde todo es rapido, y asi dejo la abogacía para dedicarme de lleno a la cocina.

Con quien te formaste
Mi formacion fue bastante amplia investigando pensum y otras cosas elijo un instituto y después de esperar un cupo y poder entrevistarme llego al Instituto Culinario de Caracas. Una de las cosas que recuerdo del principio del instituto es el día de la entrevista, no me acuerdo cuántos éramos en el salón donde esperábamos pero éramos muchos, nos dicen esperen aquí que ya va a comenzar una charla primero. Entra un señor calvo de chiva y se presenta como Sumito Estévez uno de los fundadores de ese instituto. Yo no tenía idea de quién era, lo interesante fue que lo primero que dijo era que él iba a dar una charla del porque «NO» debes estudiar cocina, es decir, la parte negativa de la cosa y como para ponerle los pies en la tierra a los que estábamos ahí. Al final de todo su relato dijo «les doy 15 minutos para que se vayan los que no quieran y los que decidan quedarse nos vemos en 15 minuntos». Para mi asombro se fue más de la mitad del salón que estaba lleno. Así empezó mi formación en el 2006 como cocinero bajo la tutela de Sumito Estévez, Héctor Romero, Lisselotte Salinas y todo el cuerpo de profesores del ICC. Prácticamente de inmediato comienzo a trabajar en el restestaurante Le Nouveau del Hotel Centro Lido allí podía hacer la práctica diaria, al igual que en mis tiempos libres trabajaba freelance con catering como en la del ICC y otras opciones.

¿Cuál es tu motivacion en la cocina?

Me motiva todo aquello que me rodea , específicamente hablo de las personas por quienes siento un gran o especial afecto, que sirven constantemente como motivación para actuar de cierta manera ya sea positiva o negativa, pero sí, mi motivacion es llegar a ser el mejor siendo persistente para lograr tener lo que deseo y cuidar de las personas que mas quiero.

¿Cuantos años llevas detras del fogón?

Muchos, pero profesionalmente 10 años

¿Vocación o moda la cocina en tu vida?

Definitivamente con todo lo que he dicho es amor y vocación: la moda es pasajera.

¿Qué esperas de la próxima generación de cocineros?

Que sean profesionales integrales y que adoren y resalten la gastronomía de donde sea que hayan nacido en este país porque es la única forma de hacerlo grande.

¿Cómo quieres que se te recuerde?

Como un gran ser humano al que Dios le dio el don de cocinar

¿Un atrevimiento en la cocina?

(risas) Me lo reservo… ¡Después sabrán que fui yo!

Así, relajado y tranquilo, con la sencillez y la humildad de aquellos que no se envilecen por sus méritos, asi es Néstor Colina. Uno de tantos que están en las regiones haciendo pais.