Una forma perfecta para aprovechar los beneficios de las frutas

No. 1 Qué son. Las infusiones son bebidas que se obtienen de diversos frutos o hierbas aromáticas, introduciéndolos en agua hirviendo. Entre las versiones más populares se cuentan el té, el mate sudamericano o el propio café. Hablando en el estricto sentido de la palabra, las infusiones se refieren únicamente al líquido colado obtenido de la cocción de frutas y hierbas. Sin embargo, añadir rebanadas o trozos de fruta fresca, así como rajas de canela y clavo de olor, permiten enriquecer las características sensoriales de la bebida.

No. 2 Combinaciones. Aunque existen un sinfín de combinaciones de ingredientes, lo elemental a la hora de dar vida a infusiones frutales es utilizar ingredientes de excelente calidad. Frutas como la guayaba o el mango resultan ideales cuando se añaden en plena madurez, aromatizadas con especias y hierbas.

No. 3 Manejo de las frutas. Antes que nada es importante lavar y desinfectar perfectamente tanto frutas de cáscara dura como suave. Una vez listas, la recomendación es cortar en rodajas delgadas o cubos medianos para facilitar la extracción de sus aceites esenciales y poder aromático. En el caso de frutas con pulpa dura, es importante dejarlas infusionar en agua hirviendo, fuera del fuego, por al menos cinco minutos. Hierbas aromáticas y piezas suaves deben permanecer en agua un par de minutos como máximo, de tal forma que se obtenga un gusto delicado sin notas amargas.

No. 4 Para endulzar. Para endulzar se pueden utilizar desde azúcar y miel, hasta edulcorantes artificiales o jarabes. Las peras, por ejemplo, van perfectas con miel y especias como la pimienta o la canela, mientras que las ciruelas resultan incomparables con un toque de jarabe de agave. (vía Vida y estilo Terra)