Descubre por qué debes siempre tener en mente las opciones de uno de los mayores productores de vinos.

No. 1 Un vino para cada ocasión: desde algunos vinos regionales como el deliciosos y ácido Soave a los Brunellos y los Barolos y Barbaresco, Italia siempre tiene una opción para el día a día o para las grandes ocasiones

No. 2 El Chianti. Difícilmente existe un vino con mayor presencia en el imaginario del mundo, siempre parece haber oportunidad para estar enamorado del Chianti. Desde los mediocres caldos que llegaban en garrafas hasta los delicados toscanos modernos siempre hay espacio para uno de estos vinos.

No. 3 Sus burbujas. Prosecco, Lambrusco y Brachetto d’Acqui son expresiones diversas pero muy sabrosas y particulares al momento de buscar un vino espumoso.

No. 4 La tradición histórica. Desde la época de los etruscos, que implantaron y usufructuaron la vid en la toscana, hay siglos de tradición que respaldan el trabajo de viticultores y bodegueros en la tarea de hacer vinos de calidad.

No. 5 Su natural relación con la gastronomía. Casi sin excepciones, el vino italiano responde a los sabores de su región de producción, de los productos, ingredientes y platos, así que su placer se multiplica cuando se toman junto con algunas de estas especialidades así como diversos tipos de comida.

No. 5 Procedimientos únicos de elaboración. Técnicas como el appassimento y ripasso en la Valpolicella, así como el uso de maderas de Europa del este confieren a varios de los vinos italianos un carácter muy especial.