Tras su desaparición física, llega el momento de comenzar el balance de valorar el legado de uno de los personajes fundamentales de la gastronomía venezolana
Ejercicio de memoria. La magia del llamado Libro rojo recae en su ejercicio de memoria: don Armando se embarcó en la tarea de recuperar los sabores de su infancia con una disciplina tal que se convirtieron en referencia de la cocina caraqueña.
Inspiración de cocineros. Siempre abierto al diálogo y a compartir sus opiniones, Scannone directa o indirectamente influyó en generaciones recientes de cocineros que justamente hacían la transición de las cocinas afrancesadas de los 70 y 80 a los sabores locales.
Registro bibliográfico. Es un gran privilegio que don Armando siempre privilegiara el registro escrito de sus exploraciones para que sirviera como base de estudio, discusión y ejecución personal. Del arroz blanco a las preparaciones más complejas de nuestro recetario, don Armando dejó asentado en las páginas de sus libros el resultado de su trabajo para revisitar en cualquier momento. (Foto runrun.es)