Estas son cuatro tortas o pasteles que nos hacen sentir orgullosos como venezolanos y en las que el coco, la guanábana, la guayaba y la piña son protagonistas
Torta de guanábana. Cuando está elaborada, cómo debería, con pulpa de la fruta en lugar de confituras o mermeladas la intensidad desde el perfume de la guanábana es simplemente seductora. El resto del conjunto, el bizcocho y el merengue que la cubre, la hacen un manjar al momento del postre.
Torta volteada de piña. Su cubierta de caramelo con rebanadas de piña y a veces cerezas de adorno crea una capa muy sabrosa que lleva los sabores más ligeros de la torta propiamente dicha que en los mejores casos tiene bien marcado sabores también de piña.
Torta María Luisa. Los amantes de la guayaba sienten verdadera adoración por esta torta clásica que aprovecha los matices de la fruta en el contexto del bizcocho y el merengue como en la de guanábana, aunque aquí hay también crema pastelera que le da un toque cremoso y goloso adicional.
Torta de coco. La opulenta crema tiene todo el protagonismo en una torta que, además, es muy vistosa con su traje de merengue y pulpa de coco. Pura elegancia tropical.