En esta nota consideramos parte de nuestra relación con nuestra comida que en ocasiones no es tan fluida como debería
El pabellón criollo es «feo». Hay gente que considera que elementos del pabellón como las caraotas y la carne mechada no se corresponden con un ideal estético. Sin embargo, la realidad es que el pabellón es como es y no necesita ningún adorno y la simetría es un parámetro estético superado hace unos cuantos años.
Nos encanta nuestra comida venezolana. Incluso las areperas tienen que terminar vendiendo sándwiches o hamburguesas, realmente el venezolano no necesariamente se plantea su comida como algo que va a comer y repetir. ¿No han notado lo poco longevo de los restaurantes exclusivamente criollos?
La cocina venezolana es difícil de preparar. En realidad hay platos que sin duda hablan del uso de mano de obra esclava para su elaboración por lo que pueden tener muchos pasos previos pero simplemente es un recetario que tiene preparaciones de distinto nivel de complejidad y que vale la pena revisar.
El pabellón criollo es el «plato nacional». No existe un plato nacional de hecho la cocina nacional no es más que la suma de las cocinas regionales, así que no tenemos uno sino muchos platos nacionales de Venezuela.