Si quieres ofrecer tus vinos a un verdadero wine lover, aquí tienes tres nuevas cosas que no te acercarán a ese objetivo

Oferta. Sobre todo cuando se habla de «vino barato». Lamentable o afortunadamente, en el mundo del buen vino habitualmente hay rangos de precios y niveles de calidad y un vino de determinado (o supuesto) nivel de calidad que se ofrece por un precio sospechosamente bajo tiene que ver con botellas defectuosas casi sin excepciones.

Puntuaciones. El simple hablador que marca 90 o más puntos en algún certamen o por parte de algún crítico más o menos conocido difícilmente es el argumento decisivo de un amante del vino para comprar una botella. Puede ser un aval y un punto de partida pero nada más.

Diseño de la etiqueta. Un amante del vino sabe que detrás de una etiqueta descuidada o anticuada puede haber un gran vino con poca inversión en imagen mientras que en una botella gráficamente deslumbrante puede contener un líquido del que vale la pena pasar. La experiencia nos ha enseñado que se cumple totalmente el dicho que reza que el hábito no hace al monje.

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