Aquí te presentamos esos detalles que, en nuestro criterio, marcarán pauta en el buen comer y el buen beber de este 2018 en Venezuela
Cócteles y mocktails Sean con o sin alcohol el auge de una muy activa generación de mixólogos, el impulso de marcas de destilados y el interés de los restaurantes y anfitriones de fiestas en ofrecer una alternativa diferente, en muchos casos colorida y apropiada, a la vez que pueden jugar con los costos hacen muy razonable pensar que 2018 va a ser un año en el que veremos muchas combinaciones en copas, vasos y otros envases al momento de disfrutar un trago.
Experiencias gastronómicas clandestinas Si el precio es fijo por todo el menú, se cancela con anticipación por lo que se descartan problemas en el pago y se hace en una locación de la que únicamente están enterados los asistentes confirmados se combina la respuesta a las principales preocupaciones del comensal venezolano: costo y seguridad personal. Ya hay unas cuantas propuestas en marcha pero es evidente que aparecerán más porque, además, hay un incentivo para los cocineros ya que al no tener el peso de diseñar la propuesta estable de un restaurante y manejar un inventario preciso para los dos o tres días de cada menú hay bastante margen de maniobra que, bien utilizado, le evita presiones y puede terminar en un disfrute adicional para los asistentes.
La historia detrás de cada bocado Nos parece redundante marcar como tendencia que se multiplicarán los artesanos gastronómicos: en nuestras conversaciones con diferentes personas relacionadas con estos temas nos encontramos que pese a la incertidumbre se siguen detectando oportunidades para esta área y se tratarán de seguir aprovechando, incluso a riesgo de una saturación por eso nos preguntamos: ¿quién podrá mantenerse y crecer? Si bien hay muchos más factores consideramos que quienes cuenten mejor su historia y la de sus productos van a tener ventaja. Una historia concreta, que combina elementos racionales con matices emocionales y, sobre todo, una historia honesta con la que la gente se pueda identificar. Después de todo, el trabajo a pesar de un entorno adverso se está convirtiendo en un valor profundamenta admirado.
Acento en las notas verdes Menús vegetarianos apetitosos para quienes quieren experimentar y, sobre todo, opciones en las que la proteína animal es un acompañante parecen esperarnos también este 2018 ya que o hemos venido viendo durante los dos últimos años, la diferencia es que cada vez se consolida más un grupo de personas que no son ni desean ser vegetarianas pero es capaz de disfrutar y solicitar esta opción cuando sale a comer o cuando decide cocinar en casa. Nuestra colaboradora la chef y bióloga merideña Valentina Inglessis ha venido desarrollando una propuesta enmarcada en esta tendencia y los resultados no sólo han sido positivo para ella sino que ha inspirado a otros cocineros, tanto en Mérida como en otras regiones, a seguir un camino similar.
Redescubrimiento del casabe En un punto no sabemos si es más deseo de nuestro equipo que tendencia pero realmente sería bastante lógico que que se potenciara el consumo del casabe en un entorno que tiene como certeza que la harina de trigo seguirá acarreando problema de disponibilidad y altos costos. ¿Consumimos casabe? Sí. ¿Es limitada nuestra visión de él? ¡Totalmente! Apenas si se le ve como un modesto acompañante pero este 2018, por una mezcla de necesidad con sus valores inherentes, puede que comencemos a aprovechar de verdad este pan autóctono. (imagen vía shortlist.com)
Muy interesantes las propuestas; me llaman particularmente la atención los mocktails y también las «Experiencias gastronómicas clandestinas» ya que he visto programas de televisión al respecto y pienso que es una experiencia motivadora.