The Donuts Lab, Fragolate, Arepas del Rosal y Japandog fueron 4 de los emprendimientos gastronómicos que conocimos en 2016 y encontramos entre ellos algunas semejanzas que consideramos tienen un papel fundamental para explicar su éxito y aquí te las contamos

Idea sencilla bien ejecutada. David Montoro, Humberto Pacheco y Boris Planchart observaron que en Venezuela hay un gusto relativamente reciente por el sushi y desde siempre hay un placer muy especial en la comida de calle, en particular los perros calientes, y así surgieron sus sushiperros: perros calientes con topping de sushi. Los hermanos Dahdah querían hacer el mejor helado posible y en su búsqueda de sabores diferenciadores encontraron las maravillosas frutas amazónicas. La familia del Rosal disfrutaba las arepas de maíz pilado, hicieron pruebas para su venta empacadas y congeladas y vieron una oportunidad en un mercado distorsionado por la escasez de harina de maíz precocida. Erich y Karell en The Donuts Lab hicieron pruebas una y otra vez hasta encontrar una masa de dona casi perfecta y desataron su imaginación con los sabores, pescando en la gula del foodporn. En el fondo uno se atrevería a decir que cualquier pudo tener esas ideas y posiblemente otras personas en paralelo o anteriormente hayan pensado en productos similares pero hay un trecho de tener la idea a ejecutarla y hacerlo de forma exitosa y sostenida.

Concepto. Una cosa es tener una idea y ejecutarla bien, otra es desarrollar en paralelo un concepto. Con todos los creadores de estos emprendimientos tuvimos la oportunidad de hablar y con cada uno confirmamos que ellos no piensan en términos de ideas sueltas sino como base para desarrollar toda su propuesta. En el caso de Arepas del Rosal, por ejemplo, trabajan también con arepas de maíz pelado (al estilo del estado Falcón) y con diferentes tamaños pero el protagonista es el maíz y la arepa. En Japandog surgieron nuevos perros en los que los que la impronta de la cocina oriental sigue presente en preparaciones como el nabo encurtido y las croquetas de cangrejo. The Donuts Lab tiene un emprendimiento hermano, Estudio de Caffe con el que se complemente perfectamente. La búsqueda del equipo de Fragolate los ha llevado a seguir explorando sabores para desarrollar un helado junto con Pietro Carbone y tener en proyecto otros productos  que muestran la riqueza de las despensas y recetarios regionales de Venezuela. Cuando hay un concepto hay solidez.

Calidad por encima de todo. Y valga decir que en un año como el 2016 en el que la escasez y el incremento en los precios de los insumos (no sólo los ingredientes sino implementos como empaques, servilletas, cucharillas, platos), mantener la calidad con la repercusión equivalente en el precio podía llegar a verse como un suicidio por lo que algunas personas o salieron del mercado o sucumbieron a la tentación de bajar sus estándares. En estos 4 casos el empecinamiento de seguir con el concepto hizo que en algunas ocasiones se decidiera no ofrecer determinada versión de sus productos para no alterarlos y correr el riesgo de hacer los ajustes de precio pero seguir ofreciendo la calidad que, por un lado, la gente espera de ellos y, por el otro, la gente se merece.

Toman el pulso a su público permanentemente. Los hermanos Dahdah invitan recurrentemente a su sucursal en Metrocenter, ven un valor en que la gente se acerque de una forma diferente al centro de Caracas y no se cansan de transmitir lo sencillo que es llegar en metro, sin embargo, se dieron cuenta de que hay gente que simplemente no va a ir: ¿qué hicieron? ¡Tienen un estupendo servicio de delivery! En The Donuts Lab detectaron que era necesario explicar que los dosificadores que utilizan para sus rellenos no tienen uso alguno en el campo médico y siempre lo resaltan en las entrevistas y así evitan malos entendidos con sus clientes. El equipo de Arepas del Rosal observó que había una eventual debilidad en la forma de calentar las arepas en casa y en medios de comunicación tradicionales y digitales, así como en degustaciones en puntos de venta muestran cómo cambia el producto cocinado para que quede suave o más tiempo para lograr un tostado en su exterior. Los creadores de Japandog entendieron que hay personas que o no disfrutan el sushi o no disfrutan en la combinación original y lanzaron un perro, el Mazinger, con chorizo cervecero envuelto en tocineta en el que el toque del Lejano Oriente está en las salsas. En estos 4 emprendimientos con la simple observación y la información recabada vía redes sociales o personalmente en puntos de venta (en particular en ferias gastronómicas en las que varios de estos proyectos han estado muy activos) se obtuvieron ideas para mejorar la experiencia de la gente y, por supuesto, consolidar sus empresas.

Tienen pasión. Emprender en la gastronomía en Venezuela tiene retos que cualquier persona de cualquier otro país, simplemente, no entendería. Tener que lidiar con un revendedor que a precio que raya en la usura es el único proveedor para determinadas materias primas, tener por lo tanto una estructura de costos cambiante a un ritmo de vértigo, estar un evento gastronómico y no poder vender porque los puntos de venta electrónicos no funcionan o  temer la aparición de una inusitada y arbitraria medida gubernamental son todos elementos que ponen a prueba al emprendedor y, de alguna manera, saca del camino a quienes sólo quieren «hacer dinero». La realidad es que en un año como el que pasó sólo el entusiasmo detrás de estos proyectos, una pasión que ayudó a estas personas a sobreponerse a la compleja y desconcertante realidad venezolana era la única posibilidad y todos la demostraron a un grado extremo. Y por eso no podemos más que desearles mucho éxito en este 2017 y los seguiremos con atención.