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6 frases que detestamos escuchar del personal de un restaurante

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No importa si es un restaurante de lujo o un simple espacio de comida casera o desayunos, estas son respuestas que simplemente quitan las ganas de comer

No. 1 ¿Ya sabe lo que va pedir? ¡Cuánta diferencia hay entre el fondo y la forma! Si a un comensal confundido un mesonero se acerca y le sugiere algunos de los platos o le pregunta si desea alguna indicación sería el comienza de una grata experiencia gastronómica pero cuando sale el «ya sabe lo que va a pedir» con tono de impaciencia y, además, de forma implícita un MUY desagradable «deje de perder el tiempo y decídase» hay poco que hacer. Definitivamente nadie quiere (ni merece) escuchar eso.

No. 2 [Ante la pregunta ¿qué tiene determinado plato?] ¡No sé! Está bien. El camarero no es el chef pero realmente puede manejar con elegancia esta situación. Si hay un plato en el menú el personal debería tener la información mínima y si hay algún detalle que se le escapa puede disculparse y decir que va a reconfirmar con algún colega o con la cocina pero más que ejercicio de sinceridad es una pésima proyección de imagen un miembro del personal de sala que sea incapaz de explicar un plato.

[Te invitamos a leer 4 razones para huir de un restaurante y no volver]

No. 3 ¡Aquí todo está fresco! ¡Aquí todo es igual de sabroso! Uno se acerca al dependiente de una panadería a consultarle, de buena fe, cuál de sus productos puede ser la mejor opción de ese día. Nadie pretende que haya una «confesión» de mercancía vieja pero si puede haber una asesoría sutil con simplemente decir «hoy son buenas opciones tal o cual cosa» sin entrar en el debate de lo «nuevo o «viejo». En los restaurantes a veces uno peca de ingenuo al preguntar «¿tal plato es sabroso?» pero uno como cliente puede permitirse esa pregunta mientras que el camarero no puede decir, en algunos casi con indignación, ¡aquí todo es sabroso! Se podría consultar al comensal sobre los gustos particulares, se podría aprovechar para ofrecer los platos emblemáticos del local pero la otra respuesta raya en lo inaceptable.

No. 4 ¡Pero a todo el mundo le gusta así! Puede ser que sea por manejo operativo de la cocina o por cualquier otra razón sea imposible sacar un plato con un cambio propuesto por el comensal pero realmente la respuesta o explicación del mesonero NO puede ser que uno es una especie de rebelde o cliente difícil. Debe explicar que no se puede cumplir con la solicitud y listo porque esta respuesta ¡espanta!

No. 5 ¡Se acaba de terminar! Son ganas de torturarnos. Simplemente digan que no hay pero no nos hagan sentir como el cliente con mala suerte que deseaba el último medallón de lomito o el último mousse de chocolate y pudo haberlo disfrutado de haber llegado unos minutos antes o si el antojadizo cliente anterior no lo hubiera pedido.

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No. 6 ¿Va a ser usted solo (o sola)? A veces uno va a un restaurante a consentirse y este tipo de preguntas puede ser devastadora. Un: ¿esperamos a alguien más? realmente es más elegante y menos propenso a herir susceptibilidades.

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