Si te gustaron nuestras 4 claves para el maridaje con cocteles, estos nuevos tips son el complemente perfecto para que sigas explorando estas combinaciones
No. 1 No exageres con el alcohol. Los cocteles más encantadores tienen bastante menos alcohol que lo que la gente puede creer. Cuando un destilado u otro licor se mezcla con un jugo (zumo) cítrico o jarabe de dulce y luego se le añade hielo el alcohol puede bajar a apenas un 20% de lo que tenía la bebida original, es decir, lo que puede tener un vino. ¿Que hay cocteles alcohólicos? Sin duda pero son sólo algunos y sirven para los platos de sabor más intenso.
No. 2 Aparte del sabor y aroma considera el cuerpo y la textura. Recuerda que el jugo de tomate tiene una sensación en boca diferente al jugo de manzana o al agua tónica y ese elemento debe ser tomado en consideración. Por ejemplo, con platos, en particular postres, de un importante nivel de cremosidad y untuosidad necesitas un trago que aporte lo mismo.
No. 3 Ten mente abierta. Recuerda que lo que se busca es el placer así que cuando tienes un postre muy dulce: ¿por qué no intentar con tragos que tengan un toque ácido con destilados como cognac o whisky? Por su parte, cuando hay acidez en el plato, como cuando las frutas son ingredientes, podrían utilizarse toques dulzones en el trago, así como hay que tomar en cuenta la utilidad de ingredientes como la sal que pueden aportar un carácter mineral. Puede que al principio haya una etapa de ensayo y error pero incluso cuando tengas algún tropiezo aprenderás sobre el maravilloso mundo de las combinación de bebidas y alimentos y reforzarás la convicción de que es necesario evitar los prejuicios. (vía Epicurious)