El legendario sommelier Aldo Sohm, comparte en un reciente artículo de Wine Spectator, las razones por las que el pollo frito combinado con vinos espumosos es uno de los grandes placeres gastronómicos de la vida

Contrapunto perfecto: frescura y equilibrio El pollo frito, en su esencia, es una explosión de sabor, textura grasosa y un toque salado inconfundible. Aquí es donde el vino espumoso entra en juego como un verdadero genio del equilibrio. Las burbujas, efervescentes y vivaces, actúan como un limpiador de paladar natural, cortando la untuosidad de la fritura con una elegancia sorprendente. A su vez, el dulzor sutil presente en muchos espumosos, especialmente en estilos como el prosecco, envuelve la grasa, realzando los sabores del pollo sin abrumarlos. El resultado es una sensación apetitosa y sustanciosa, seguida de un final refrescante que te invita a dar el siguiente bocado.

Experiencia sensorial completa y elevada. Más allá de la técnica, este maridaje transforma una comida casual en una experiencia sensorial vibrante. El vino espumoso no solo refresca, sino que aporta ligereza y brillo a un plato que por sí solo podría sentirse pesado. Es como añadir una chispa de ingenio y alegría a lo reconfortante. Juntos, logran una sinergia donde cada elemento realza al otro: el crujido del rebozado, la jugosidad del pollo y la vivacidad del vino se entrelazan, creando una armonía que deleita y sorprende a partes iguales.

Versatilidad para diferentes ocasiones y paladares.Una de las mayores virtudes de esta combinación es su increíble adaptabilidad. No importa si tu pollo frito es estilo sureño, coreano, extra picante o más suave; el vino espumoso se adapta con facilidad. Y no nos referimos solo al champagne. La categoría de vinos espumosos es vasta y deliciosa: desde un cava vibrante, un prosecco frutal, hasta espumosos elaborados con uvas autóctonas. Cada uno ofrece un carácter distintivo que puede acentuar diferentes matices del pollo y complacer distintos paladares.

Te invitamos a la aventura de probar diferentes botellas y descubrir cuál es tu maridaje perfecto. Después de todo, el vino espumoso es sinónimo de celebración, y ¿qué mejor que celebrar una selección de verdadero comfort food?