Aunque para algunos suene a herejía, la realidad es que en ciertos casos los bollitos pueden ser la mejor opción de comida navideña y aquí te contamos por qué

Porque puedo desayunar con ellos. Hay varias razones por las que no me gusta desayunar con hallacas. La primera es que a veces la mezcla de sabores puede ser muy fuerte para la primera comida de la mañana, otra es porque me parece que le resto importancia a la estrella de nuestro plato navideño.

Porque puedo agregarle salsas sin remordimiento. Por supuesto no me refiero a la controversia con la mayonesa que creo que no tiene cabida ni con hallacas ni con bollitos pero sí de suero de leche, picante de suero o algún ajicero: a una hallaca nunca se me ocurriría añadirle una de estas salsas, al bollito sin dudarlo.

Flexibilidad en armonía con vinos en el plato navideño. Mi principio básico sobre el maridaje entre vinos y el plato navideño es que se sacrifica todo por no distorsionar el sabor de la hallaca. Cuando sirvo el plato navideño con bollito tengo la posibilidad de jugar más con los sabores del pernil o el pan de jamón.

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