A veces por concentrarnos en algunas variedades, a veces por difícil acceso a los vinos hay algunas maravillas del mundo de las que no escribimos aunque nos gustaría hacerlo y aquí las confesamos
Semillon de Sudáfrica Hace unos años llegué con entusiasmo al pabellón de Sudáfrica en Prowein a buscar los pinotage y syrah y terminé probando cuánto semillon y chenin blanc logré que me sirvieran. Ambos vinos son un sueño, vino blanco para despertar los sentidos. Hay que buscarlos.
Riesling y Gewürztraminer Austria, Francia y Alsacia y estos otros blancos aromáticos, que pueden ser secos o con mucha azúcar residual, que pueden ser jóvenes y frescos o maduros y complejos, que saben llevar tan bien algunos sabores picantes. Amplía deuda pendiente.
Cabernet francDe a poco los monovarietales de cabernet franc se han puesto de moda, incluso la nota vegetal que a veces se le siente es buscada por los amantes de tintos más particulares. Argentina e Italia son buenos puntos de partida.
Lambrusco Nunca he sabido por qué pero durante años he sentido pena por los buenos productores de Lambrusco Dada la desconsiderada usurpación de au nombre por parte de productores de brebajes dulces y baratos. El buen Lambrusco es algo que necesitamos más en nuestras vidas.
Monastrell/strong> Cada vez que veo un vino de Jumilla lo compro y pienso que es el vino que me invitará a poder hablar de cuánto me gusta su carácter especiado y a veces explosivo pero siempre lo postergo. Necesito disciplina en este caso porque de todos los mencionados es el que tiene más presencia en Venezuela.