Algunas de las particularidades de este gran destilado mexicano que a diferencia del tequila comenzó apenas a ser apreciado a mediados de la década pasada

No. 1 Etapa oscura. El mezcal fue discriminado y hasta rechazado por los propios mexicanos en diferentes etapas de la historia, cuenta Abraham Herrera Moro, productor y distribuidor de esta bebida desde hace varias décadas. No fue sino hasta la segunda mitad de la década pasada, cuando a fuerza de trabajo y tesón de productores y distribuidores, esta bebida se puso de moda, principalmente entre la población joven de las grandes ciudades del país. Fue difícil porque no encontraban entrada en las cantinas tradicionales, por lo que comenzaron a buscar pequeños bares con otro tipo de clientela como el sector juvenil. Así, a partir de 2005 y 2006 empezó a entrar el mezcal lo que originó un boom de marcas que comenzaron a aparecer en la ciudad de México.

No. 2 Diferencia con el tequila. Muchas personas, dicen los expertos, insisten en que el mezcal y el tequila es lo mismo, y aunque ambas provienen de plantas agaváceas, hay diferencias que van desde la extracción, la elaboración hasta el sabor. Los nombres de las variedades de mezcales van en función de la destilación y preparación, existe el blanco, el de gusano, el de pechuga o el alacrán y vienen de magueyes o agaves como el espadín, cenizo y tobalá, entre otros. Existen al menos 50 especies diferentes de agaves para producir mezcal aunque el Consejo Mexicano Regulador de la calidad del Mezcal (COMERCAM) sólo reconoce 20 de éstas, el tequila en cambio sólo proviene del agave azul.

No. 3 Normas de elaboración. para que lleve este nombre, el producto debe seguir la llamada norma 70 la cual limita el número de especies de magueyes a partir de las cuales se puede elaborar mezcal y denominarse de esa forma y también especifica destilación y fermentación. (vía Vanguardia)