Si estás cansad@ del turismo convencional, atrévete a conocer estos lugares que te darán razones para ampliar tus horizontes, imaginación y sentidos
No. 1 Museum of Sex, Nueva York. Posee más de 15 mil piezas eróticas. Hay fotografías, esculturas, pinturas, videos, todo lo que se pueda imaginar en materia artística y sexual. Según los creadores del museo, la idea es ofrecer cobijo a obras que, debido a su contenido de alto calibre erótico, fácilmente podrían ser censuradas en otros lugares.
No. 2 Icelandic Phallological Museum, Reykjavik (Islandia). Este es un museo que exhibe penes de verdad y aparte de su nombre oficial también se le conoce como La Faloteca Nacional de Islandia. Hay decenas de miembros disecados, embalsamados o cubiertos en formol, los cuales pertenecieron alguna vez a osos, ballenas, focas y otros mamíferos. No hay penes humanos, por cierto.
No. 3 Jeju Loveland, Isla de Jeju, Corea del Sur. Imagine que está en un parque repleto de estatuas “malcriadas”. Es decir, impúdicas y divertidas efigies que dan rienda suelta a la sexualidad. Hay figuras de mujeres desnudas, parejas haciendo el amor, órganos sexuales gigantes, en fin. Todo esto se encuentra en este parque temático. Solo pueden ingresar personas mayores de 18 años.
No. 4 Museu de L’Erótica, Barcelona, España. Barcelona, Por estos días, es sinónimo de fútbol. De Lionel Messi, para ser exactos. Sin embargo, la ciudad catalana es uno de los núcleos culturales más importantes de la península ibérica. Un recorrido por Barcelona no debería excluir este lugar que ofrece una gran colección de piezas eróticas de diversas épocas y civilizaciones. Hay imágenes del Kamasutra, pinturas del siglo XIX, los grabados shunga japoneses, la colección de videos del rey Alfonso XIII, en otras obras.
No. 4 Sex Machines Museum, Praga, República Checa. Es un recinto dedicado a las máquinas creadas para fines sexuales. Posee más de 200 piezas entre las que destaca, por ejemplo, un cinturón de castidad del siglo XVI, un vibrador de 1910 y hasta una máquina antimasturbación francesa de 1915. Es un museo polémico, ciertamente, pero podría ser divertido si se contemplara sin prejuicios. (vía Perú 21)