La export manager para la región de Piccini Deborah Provenzani estuvo de visita en Venezuela de la mano de sus importadores locales Corporación Askar y estas son algunas de las cosas que nos contó sobre el Chianti
Los chianti son vinos primordialmente gastronómicos. Su marcada acidez es una invitación a llevarlos a la mesa incluso pueden ser una buena opción para vino de diario en el caso de los que no tienen paso por madera para acompañar platos diversos.
La acidez del chianti es perfecta para las carnes. Aunque fuera de Italia puede haber una imagen de que el chianti es un vino para platos internacionales de la cocina italiana como diversas pastas y pizzas, la tradición toscana incluye cortes de carne de res y cordero así como embutidos y curados por lo que la rica acidez del vino lo hacen perfecto para limpiar el paladar.
Hay que apreciar el color del Chianti tal como es. No es lógico, como ocurre también con los vinos de Borgoña, buscar en el chianti un color intenso ya que la uva sangiovese aunque de piel roja es de pulpa blanca y solo tras largas maceraciones del mosto con las pieles se logra el color que suele tener un carácter traslúcido incluso en los mejores vinos de la región.
La sangiovese tradicionalmente se beneficia de una pequeña ayuda de otras uvas. Anteriormente era una variedad blanca como la trebbiano, también puede tratarse de la colorino o la canaiolo pero al más de 85% de sangiovese que se requiere para hacer chianti estas otras variedades le aportan mayor redondez y en el caso de las tintas más color para crear los vinos tal cual los conocemos.