A veces maltratada por sobremaduración o exceso de madera, la uva chardonnay forma parte de la realeza del vino y es exquisita para comer así que aquí te dejamos algunas ideas
Langosta y langostinos. En particular servidos con solo un poco de mantequilla o con salsas cremosas proponen una armonía perfecta para los chardonnay clásicos de buena acidez. La untuosidad del vino lleva también la textura de los frutos del mar.
Cerdo en salsa de manzanas. Y podríamos también sumar la canela. La manera como juegan los sabores de manzana del vino con los de la salsa es gozo puro.
Tartaletas con crema y frutas. Sobre todo si son frutas como el melocotón, la combinación es perfecta y nos recuerda que no hay que buscar vinos dulces obligatoriamente para cerrar una comida.