Esta es una versión simplificada de una cata de quesos para compartir con los niños en su día y despertar sus sentidos y su interés por el buen comer
¿Qué necesitas? Entre 3 o 5 tipos de queso, diferentes, enteros, picados en cubos. Platos preferiblemente blancos. Galletas de soda. Agua mineral
Quesos. La cantidad depende del número de niños pero entre 150 y 200 gramos por tipo de queso debería bastarte para servir hasta 5 o 6 niños. Puedes comprar cualquier tipo de quesos que encuentres en el supermercado simplemente trata de que sean distintos incluso a primera vista. Si hay niños muy pequeños no incluyas quesos como el azul. Si quieres hacerla una experiencia especial busca los quesos madurados de @anakequesos o los quesos de @chivata_caracas o los de @samanesfromage.
Servicio. Coloca en cada puesto un plato con los diferentes quesos, dos o tres cubos de queso por cada tipo, servilletas, trozos de galletas de soda y un vaso de agua mineral por cada puesto.
Degustación. Si los niños son pequeños diles simplemente que describan lo que ven de cada uno de los quesos. Luego que los acerquen a su nariz y que describan olores que le recuerda cada queso. Después que lo coman masticando lentamente y traten de explicar el sabor. Finalmente que lleven los dedos con los que tomaron el queso y lo acerquen a su nariz y hablen del olor que sintieron. Toma en cuenta que los niños pueden querer simplificar diciendo que “huele a queso”, trata de proponer tú un olor y que ellos sigan aportando olores asociados. SI los niños ya saben escribir con letra corrida, en lugar de hacerlo hablado, haz que prueben paso a paso cada queso, que escriban sus impresiones, y luego las compartan. Al finalizar con un queso invítalos a que coman galleta de soda para limpiar el paladar y se repite el procedimiento con cada queso. Al final puedes preguntarle cuál fue su queso preferido.