Aparte de sus monumentos y joyas arquitectónicas, La Habana ofrece a los amantes del tabaco este clásico enclave de una de las marcas más exclusivas de habanos
Como una exclusiva manera de conocer al tabaco cubano, crece el deseo de muchos viajeros europeos de acudir a la tienda de Romeo y Julieta, en esta capital, sitio emblemático para los habanos.
Este comercio no precisamente está en los barrios más céntricos de La Habana, pero si en el mismo edificio donde permanece desde hace muchos años la marca que inmortaliza a los amantes de Verona.
Ubicada en la calle Belascoaín y Peñalver, en el municipio de Centro Habana, cada día atiende a más grupos de visitantes extranjeros, sobre todo un ejército de europeos que buscan las novedades aportadas por el lugar.
Y parece que esos turistas tienen buen olfato, pues las autoridades tabacaleras y el Grupo Empresarial Caracol que la administran acaban de declarar al colectivo de la tienda como Vanguardia Nacional por sus resultados en cuanto a ventas en 2011.
Tal categoría, desconocida por los turistas, constituye todo un regocijo para los trabajadores del gremio, a partir de un sistema que examina en profundidad no solo las cifras de comercialización, sino el conocimiento, experiencia y trato al cliente de los empleados de ese establecimiento.
Sin embargo, los viajeros que llegan al lugar de lo que más quieren saber es de habanos, café y rones cubanos, con una lista muy surtida, en un ambiente acogedor de paredes enchapadas en cedro y caoba.
La decoración incluye tapices de piel alegóricos al clásico de Shakespeare, anillas de tabaco y motivos recreados por artistas plásticos cubanos.
Allí disfrutan los visitantes estantes de madera preciosa con una amplia colección de productos de elite de esta Isla, como son los habanos.
La tienda cuenta con un reservado para clientes VIP (muy importantes) y desde su apertura en 2001 cientos de turistas recorren el lugar mediante visitas preparadas por agencias como Cubanacán o Cubatur, incluso llegados desde el balneario de Varadero, hacia el este de La Habana.
Sin embargo, no son solo los europeos los más asiduos consumidores en el lugar, las procedencias varían desde España, Francia, Italia, hasta Estados Unidos e incluso Emiratos Árabes. Algunos guardan sus habanos en el Working Humidor (taquillas) de la tienda, para su regreso.
Para el Ministerio de Turismo (Mintur) esta es una de las tiendas más destacadas del sector, entre otros reconocimientos, y ahora sus dependientes se alzan como Vanguardia Nacional, algo que celebran los visitantes al conocerlo mientras compran los famosos habanos. (vía Prensa Latina)
