Descubre estas falsas creencias que pueden interponerse a tu disfrute de este gran destilado

No. 1 El whisky escocés se toma solo. Muchos maestros destiladores aconsejan añadir una pequeña parte de agua para que el whisky, al mezclarse, permita que algunos aromas se «abran» y se puedan percibir con más facilidad. Es cierto que el hielo enfría el whisky y puede que algunos aromas no aparezcan, pero si la temperatura es alta o la cantidad es suficiente, no hay problema para tomar un whisky con hielo.

No. 2 Jamás se mezcla un whisky escocés con refrescos. El mercado del whisky escocés es tan amplio que abarca todas las gamas. Hay whiskies con tanta intensidad de aromas que da pena perderse el espectáculo, pero hay otros que se elaboran teniendo en cuenta que van a ser mezclados con refrescos.

No. 3 Cuanto más oscuro el color de un whisky, mayor su calidad. Las destilerías suelen añadir elementos al whisky que modifican su color de forma artificial, a veces intencionadamente, para que la experiencia de beber un whisky escocés sea plena para todos los sentidos. Pero eso quiere decir que el color no es natural, y que no podemos fijarnos en él para nada.

No. 4 Un whisky Single (de un único proceso) es mejor que un Blended (mezcla de varios whiskies). Si los whiskiess que se mezclan son todos de excelente calidad, como suele ocurrir, hacer un blend es la mejor forma de añadir profundidad de aromas y conseguir matices determinados que un único whisky no consigue tan fácilmente. No hay que olvidar que los maestros destiladores son grandísimos expertos en el arte del «blending», y que su pericia en este arte les puede dar más fama que incluso en la mera elaboración.

No. 5 El buen whisky de Escocia es reconocible fácilmente por sus aromas ahumados. Esto era cierto hace tiempo, pero las destilerías han ampliado las posibilidades de producción, buscando nuevos sabores y sensaciones. Así, hay whiskies donde predominan las notas salinas, o de carbón, por encima de los ahumados clásicos del cuero y la vainilla. Además, los whiskies japoneses han copiado en lo fundamental la forma escocesa de elaborar, por lo que a veces se pueden confundir un buien whisky escocés con uno japonés. (vía Uvinum)