Ya no utilices más que tienes que comer en tu oficina como excusa: con estas tres recomendaciones podrás hacerlo de forma sana

No.1 No olvides la ensalada: La manera más fácil de llevar ensalada al trabajo es incluyendo una porción de vegetales que puedan haber sobrado de la cena. Mantén una botellita con algún aderezo en tu oficina y hasta las sobras podrán convertirse en una comida saludable, sencilla y barata. Además, al agregar vegetales a tu jornada, estás asegurando que tu cuerpo reciba los nutrientes que necesita diariamente.

No. 2 Mantén el equilibrio: Una alimentación balanceada es importante a cualquier hora del día, pero es clave para evitar el hambre por la tarde. Asegúrate de que el almuerzo incluya suficiente proteínas y fibras para mantenerte saciada durante el resto de la jornada. Aunque estés cambiando la comida chatarra por alimentos hechos en casa, pon atención al tamaño de las porciones y a los nutrientes que los alimentos poseen. No comas con los ojos!

No. 3 Usa la creatividad: Si a veces tienes la sensación de que ¿algo falta en tu comida¿, con poco dinero puedes agregarle un toque de sabor. Ya sea un plato de sopa, un pedazo de fruta o vegetales exóticos, compra algo que sea barato y agrega sabor a tu almuerzo. Con creatividad puedes evitar aburrirte de la misma comida todos los días. (vía Terra)